La Fundación Hospital de l'Esperit Sant ha puesto en marcha un programa para convertirse en uno de los centros donde las mujeres pueden dar placenta después de dar a luz. La placenta es un órgano temporal que se desarrolla durante el embarazo y proporciona nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo.

Después del parto, la placenta se desprende y se expulsa del cuerpo de la madre. La capa más interna de la placenta contiene la llamada membra amniótica, que posee unas propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y regenerativas. Este tejido puede servir para ayudar a personas que tienen problemas de visión y necesitan colirios o que sufren heridas en la piel difíciles de curar con fármacos convencionales, como las quemaduras o grandes úlceras.

Además, la donación de placenta es un proceso seguro y sencillo que no tiene ningún impacto en la salud de la madre o el bebé. La placenta se recoge después del parto y se envía al Banco de Sangre y Tejidos para que las puedan analizar, procesar y hacer llegar los productos necesarios a los pacientes.

La aplicación de la membrana amniótica está especialmente indicada en reconstrucciones y tratamientos de lesiones del ojo como úlceras, tumores u ojo seco, así como en el cuidado de quemaduras o heridas de difícil cicatrización.También resulta muy útil en el campo de la reconstrucción en cirugía maxilofacial y en otros tipos de cirugía, como la ginecológica, urológica o torácica. Una de las ventajas del tratamiento con derivados de membrana amniótica es que los injertos tienen un grado bajo de desecho y que estos tratamientos contienen factores de crecimiento muy beneficiosos para la cicatrización de las heridas.

El programa que se ha puesto en marcha en la FHES, impulsado por la coordinación del Grupo de Trabajo de Donación de Tejidos, con la colaboración del servicio de Ginecología y Obstetricia, pasa por dar a conocer a las futuras madres ya los profesionales la posibilidad que tienen las gestantes de dar la placenta en el momento del parto y, obviamente, la paciente debe autorizar por escrito esta donación. Una vez nacido el bebé, el mismo equipo que asiste al parto recoge la placenta y la hace llegar al Banco de Tejidos.